Hola a tod@s!!!
Ya hace tiempo que no teníamos por el blog una de las secciones que más furor provocan (y no, no hablamos del juicio del caso Malaya, que podríamos jajajajaja). Y es que es el momento de retomar nuestra queridísima sección "Sex on the beach" con un tema que seguro que a más de una, y de uno también, trae de cabeza. ¿Cuál? Si os preguntáramos cómo prefieren los hombres a las mujeres ¿qué responderíais? ¿delgadas y con "cuerpo de infarto"? Seguro que más de un@ ha pensado en ello. Pues bien, hoy vamos a hablar de ello para intentar ratificar o desmontar esta idea extendida mundialmente.
La idea general de la que debemos partir es saber en qué mundo vivimos, un mundo donde la imagen tiene una importancia que en muchas ocasiones es desproporcionada, un mundo consumista en el que se nos quiere bombardear con necesidades que seguramente no tenemos pero que conseguirán que acabemos sintiendo para desear los productos que se nos ofrece. Y el que no se dé cuenta que vive en este mundo... es que no sale a la calle y vive como un ermitaño. Se nos bombardea con imágenes, flashes, ideas... y una de esas ideas es que la perfección de la mujer radica en un delgadez extrema, que las mujeres perfectas no tienen celulitis y que, por arte de magia, resulta que todas las modelos y actrices son así (y sino mirad las revistas y veréis como un gran número de ellas afirma que come mucho chocolate y que no hace deporte, que su constitución es la que es... ¬¬, claro el photoshop y las horas de gimnasio, a parte de las dietas extremas es que no tienen nada que ver -fin de la ironía-).
Transmitir esta idea no es positivo, tenemos la necesidad de querer lucir perfectas, de querer ser perfectas... y encima nos dicen que hay mujeres que lo logran sin esfuerzo... Nido de complejos ante nosotras. Y esos complejos te impiden poder relacionarte abiertamente con el sexo opuesto al creer que sus ojos estarán fijos en tus rojeces, en los michelines que te encuentras cuando te sientas o en la amplitud, para ti excesiva, de tus caderas, etc... Stop chicas. Nosotras no lo vemos así. O por lo menos intentamos ser conscientes de que no es así.
¿Es preciso para los hombres esa perfección que nosotras deseamos fervientemente? Según Marisa no es para los hombres para los que nos arreglamos, sino que lo hacemos para recibir la aprobación de otras mujeres. Mayte no opina así, y cree que lo que se produce es una especie de "competición", arraigada en el subconsciente, para intentar sobresalir de las demás para ser "la elegida". Y en realidad, pensamos que los hombres no se fijan tanto en el físico como creemos nosotras. Está claro que van a buscar un mínimo de atracción, algo que les llame la atención, pero eso no significa que todas debamos medir 1'90 y tener 90-60-90, ojos azules y pelo rubio. No. Tampoco estamos acertando con nuestra excesiva obsesión por arreglarnos. Los hombres, por regla general, prefieren que nos arreglemos, pero a veces, en la naturalidad ellos encuentran más belleza. No por llevar una sombra hasta la oreja y el labio mega perfilado vas a estar más guapa o les vas a parecer más bella. Seguro que debajo de todo eso también hay una sonrisa estupenda, unos ojos que se expresan mucho más que las sombras y una mente inteligente, despierta e ingeniosa.
Sin embargo, hay problemas mucho más profundos en los complejos que se crean por nuestras obsesiones y que pueden afectar gravemente a una relación de pareja. ¿Quién no recuerda a la pobre Bridget Jones cubriéndose con una sábana cual gusano de seda para que Mark no la vea desnuda pese a haber mantenido relaciones sexuales? Nosotras la tenemos bastante grabada en la mente (por cierto, los libros y la película nos encantan porque te hacen ver como los hombres no tienen porque fijarse siempre en las mujeres que nosotras creemos "perfectas"). Y es que es inevitable que si piensas que los hombres buscan una perfección imposible, acabes obsesionada creyendo que si descubre tus imperfecciones va a aborrecerte y a dejarte. Idiota sería si lo hiciera, punto número uno.
Punto número dos. Debemos olvidar los complejos y olvidarnos de la imagen perfecta. No existe. Pero es que hasta nosotras lo decimos mal, porque no es imperfección... es diversidad. Somos diferentes los unos de los otros, más altos, más bajos, más gordos, más flacos, con huesos más grandes o más pequeños,... No podemos aspirar ser Miranda Kerr porque no somos Miranda Kerr. Somos nosotras. Eres tú. Pero ahí estamos, arrastrando complejos, pensando que los hombres no se fijan en nosotras porque somos feas, bajitas y gordas... porque no somos lo que ellos quieren... Y habrá idiotas (como en cualquier parte), pero no todos, sino apaga y vámonos jajajaja. La mayoría sufren nuestros complejos y son más sencillos de lo que pensamos, más fáciles de entender de lo que creemos, con los mismos sentimientos y miedos que podemos tener nosotras. Aunque aquí estamos nosotras para complicarlo.
Es decir, no importa que seas más gorda o más delgada. Lo mejor es aceptarnos como somos y ser felices con nuestro cuerpo, que es el regalo que se nos ha concedido para nuestro paseo por el mundo, que es herencia viva de lo que fueron nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros antepasados... Es nuestra carta de presentación, nuestra diferenciación, nadie será igual que nosotros. ¿Qué es mejor: parecer todos iguales o vivir en un mundo donde cada quien somos diferente?
Como conclusión, y tomando las palabras de Sheyla, "nos obsesionamos por estar perfectas, dentro de una perfección prácticamente inalcanzable que no lleva a ningún sitio y pensamos que los hombres la buscan, pero estamos equivocadas. Puede que sean más físicos, pero una persona llena no por cómo sea físicamente, porque eso pasa con el tiempo, sino por lo que representa, por lo que es, por lo que piensa y por lo que siente. Todo aderezado con una imagen cuidada". Según Marisa "la mujer real y con carisma es la que triunfa, lleve una 34 o una 46".
¿Qué más podemos añadir? Pues que, cómo dice Mayte citando a un gran clásico, "la belleza está en lo ojos de quién la mira".
Y vosotr@s ¿qué pensáis? :D
Recordad que quedan pocos días para que finalice el sorteo del Ópalo Rojo. Podéis ver las bases AQUÍ.
Ya hace tiempo que no teníamos por el blog una de las secciones que más furor provocan (y no, no hablamos del juicio del caso Malaya, que podríamos jajajajaja). Y es que es el momento de retomar nuestra queridísima sección "Sex on the beach" con un tema que seguro que a más de una, y de uno también, trae de cabeza. ¿Cuál? Si os preguntáramos cómo prefieren los hombres a las mujeres ¿qué responderíais? ¿delgadas y con "cuerpo de infarto"? Seguro que más de un@ ha pensado en ello. Pues bien, hoy vamos a hablar de ello para intentar ratificar o desmontar esta idea extendida mundialmente.
La idea general de la que debemos partir es saber en qué mundo vivimos, un mundo donde la imagen tiene una importancia que en muchas ocasiones es desproporcionada, un mundo consumista en el que se nos quiere bombardear con necesidades que seguramente no tenemos pero que conseguirán que acabemos sintiendo para desear los productos que se nos ofrece. Y el que no se dé cuenta que vive en este mundo... es que no sale a la calle y vive como un ermitaño. Se nos bombardea con imágenes, flashes, ideas... y una de esas ideas es que la perfección de la mujer radica en un delgadez extrema, que las mujeres perfectas no tienen celulitis y que, por arte de magia, resulta que todas las modelos y actrices son así (y sino mirad las revistas y veréis como un gran número de ellas afirma que come mucho chocolate y que no hace deporte, que su constitución es la que es... ¬¬, claro el photoshop y las horas de gimnasio, a parte de las dietas extremas es que no tienen nada que ver -fin de la ironía-).
Transmitir esta idea no es positivo, tenemos la necesidad de querer lucir perfectas, de querer ser perfectas... y encima nos dicen que hay mujeres que lo logran sin esfuerzo... Nido de complejos ante nosotras. Y esos complejos te impiden poder relacionarte abiertamente con el sexo opuesto al creer que sus ojos estarán fijos en tus rojeces, en los michelines que te encuentras cuando te sientas o en la amplitud, para ti excesiva, de tus caderas, etc... Stop chicas. Nosotras no lo vemos así. O por lo menos intentamos ser conscientes de que no es así.
¿Es preciso para los hombres esa perfección que nosotras deseamos fervientemente? Según Marisa no es para los hombres para los que nos arreglamos, sino que lo hacemos para recibir la aprobación de otras mujeres. Mayte no opina así, y cree que lo que se produce es una especie de "competición", arraigada en el subconsciente, para intentar sobresalir de las demás para ser "la elegida". Y en realidad, pensamos que los hombres no se fijan tanto en el físico como creemos nosotras. Está claro que van a buscar un mínimo de atracción, algo que les llame la atención, pero eso no significa que todas debamos medir 1'90 y tener 90-60-90, ojos azules y pelo rubio. No. Tampoco estamos acertando con nuestra excesiva obsesión por arreglarnos. Los hombres, por regla general, prefieren que nos arreglemos, pero a veces, en la naturalidad ellos encuentran más belleza. No por llevar una sombra hasta la oreja y el labio mega perfilado vas a estar más guapa o les vas a parecer más bella. Seguro que debajo de todo eso también hay una sonrisa estupenda, unos ojos que se expresan mucho más que las sombras y una mente inteligente, despierta e ingeniosa.
Sin embargo, hay problemas mucho más profundos en los complejos que se crean por nuestras obsesiones y que pueden afectar gravemente a una relación de pareja. ¿Quién no recuerda a la pobre Bridget Jones cubriéndose con una sábana cual gusano de seda para que Mark no la vea desnuda pese a haber mantenido relaciones sexuales? Nosotras la tenemos bastante grabada en la mente (por cierto, los libros y la película nos encantan porque te hacen ver como los hombres no tienen porque fijarse siempre en las mujeres que nosotras creemos "perfectas"). Y es que es inevitable que si piensas que los hombres buscan una perfección imposible, acabes obsesionada creyendo que si descubre tus imperfecciones va a aborrecerte y a dejarte. Idiota sería si lo hiciera, punto número uno.
Punto número dos. Debemos olvidar los complejos y olvidarnos de la imagen perfecta. No existe. Pero es que hasta nosotras lo decimos mal, porque no es imperfección... es diversidad. Somos diferentes los unos de los otros, más altos, más bajos, más gordos, más flacos, con huesos más grandes o más pequeños,... No podemos aspirar ser Miranda Kerr porque no somos Miranda Kerr. Somos nosotras. Eres tú. Pero ahí estamos, arrastrando complejos, pensando que los hombres no se fijan en nosotras porque somos feas, bajitas y gordas... porque no somos lo que ellos quieren... Y habrá idiotas (como en cualquier parte), pero no todos, sino apaga y vámonos jajajaja. La mayoría sufren nuestros complejos y son más sencillos de lo que pensamos, más fáciles de entender de lo que creemos, con los mismos sentimientos y miedos que podemos tener nosotras. Aunque aquí estamos nosotras para complicarlo.
La báscula llega a ser una obsesión para muchas mujeres (y para muchos hombres también) :( |
Es decir, no importa que seas más gorda o más delgada. Lo mejor es aceptarnos como somos y ser felices con nuestro cuerpo, que es el regalo que se nos ha concedido para nuestro paseo por el mundo, que es herencia viva de lo que fueron nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros antepasados... Es nuestra carta de presentación, nuestra diferenciación, nadie será igual que nosotros. ¿Qué es mejor: parecer todos iguales o vivir en un mundo donde cada quien somos diferente?
Como conclusión, y tomando las palabras de Sheyla, "nos obsesionamos por estar perfectas, dentro de una perfección prácticamente inalcanzable que no lleva a ningún sitio y pensamos que los hombres la buscan, pero estamos equivocadas. Puede que sean más físicos, pero una persona llena no por cómo sea físicamente, porque eso pasa con el tiempo, sino por lo que representa, por lo que es, por lo que piensa y por lo que siente. Todo aderezado con una imagen cuidada". Según Marisa "la mujer real y con carisma es la que triunfa, lleve una 34 o una 46".
¿Qué más podemos añadir? Pues que, cómo dice Mayte citando a un gran clásico, "la belleza está en lo ojos de quién la mira".
Nosotras no somos "perfectas", somos REALES y somos FELICES :D |
Y vosotr@s ¿qué pensáis? :D
Recordad que quedan pocos días para que finalice el sorteo del Ópalo Rojo. Podéis ver las bases AQUÍ.
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