Mentiras y "postureo"
Hace pocos días llegó a nuestras manos un artículo de la página "Trendencias" en el que se comentaba la historia de Belle Gibson, una "healthy-blogger" que había fingido padecer cáncer y que mostraba una vida supuestamente sanísima y modélica en sus redes sociales, cuando la realidad distaba mucho de lo que podía verse sobre ella. Una gran mentira sobre la que había construído un imperio.
Las healthy-bloggers están de moda, no hay duda, es el paso siguiente a la evolución de la clásica foto de la comida: pretenden mostrar y compartir con sus seguidores una vida saludable, una vida única, diferente al resto, que no opta por la "fast food"; y nosotras, curiosas como somos, nos preguntamos ¿qué hay de verdad en todo esto?
Lo primero que tenemos que tener claro es que, de lo que se muestra en Redes Sociales, hay que creerse la mitad. Lógicamente, no vas a subir la peor fotografía que tengas, igual que cuando sales a la calle o vas a cualquier evento para relacionarte intentas siempre mostrar tu mejor cara. El problema está cuando esa "mejor cara" que se aplica al mundo online se convierte en un mundo paralelo al que en realidad vives. Ni mejor ni peor, simplemente no muestra ni un ápice de tu realidad. Nosotras somos muy radicales en este punto, somos como somos, mejores o peores, comiendo en el burger o en el restaurante más caro... Y eso siempre lo hemos tenido claro, las tres.
No obstante, resulta muy complicado no dejarse obnubilar por la tentación de "fingir" una vida idílica. Hoy en día muchos/as "it" se empeñan en enseñar su comida saludable con la que han conseguido su magnífica figura, lo mismo que hace algún tiempo la moda era enseñar lo mucho que ibas a comer o lo grande que era la hamburguesa que tenías entre manos, aunque no le fueras a hincar ni un diente. Y es ahí donde reside el problema. Tanto en un extremo como en otro.
Pero no solo podemos encontrar ejemplos en la comida... La necesidad de mostrarse como un ente privilegiado en este mundo de la moda y blogging implica para muchos tener que "fingir", aparentar una fama que necesitan para subir como la espuma hacia la cima. No importa qué dejen en el camino, porque lo importante es ese flash de admiración, ese instante en el que reciben un like o alguien les comenta "que envidia!!" o "que guapa eres", es indiferente inventar.
Lo peor viene cuando aquél que sigue a los "it" cree en ese mundo, piensa en porqué esa persona puede llevar esa vida y él no... y vienen las frustraciones. Obviamente, el consumidor de blogging debe tener un ojo y una madurez que impidan llegar a esas conclusiones, pero eso sería en un mundo ideal. Siendo niños ya consumen internet, ya pueden acceder a estos contenidos y absorven los mensajes que instagrammers, youtubers, bloggers y demás les hacemos llegar. Y sueñan, sueñan con que alguien les admire como admira él a ese blogger, en llegar a ganar tanto dinero como él por enseñar su estilo, su comida, su maquillaje o su vida. Y llegan los casos como el de Bella.
¿La solución? Antes de compartir, acepta tu vida tal y como es.
Las healthy-bloggers están de moda, no hay duda, es el paso siguiente a la evolución de la clásica foto de la comida: pretenden mostrar y compartir con sus seguidores una vida saludable, una vida única, diferente al resto, que no opta por la "fast food"; y nosotras, curiosas como somos, nos preguntamos ¿qué hay de verdad en todo esto?
Lo primero que tenemos que tener claro es que, de lo que se muestra en Redes Sociales, hay que creerse la mitad. Lógicamente, no vas a subir la peor fotografía que tengas, igual que cuando sales a la calle o vas a cualquier evento para relacionarte intentas siempre mostrar tu mejor cara. El problema está cuando esa "mejor cara" que se aplica al mundo online se convierte en un mundo paralelo al que en realidad vives. Ni mejor ni peor, simplemente no muestra ni un ápice de tu realidad. Nosotras somos muy radicales en este punto, somos como somos, mejores o peores, comiendo en el burger o en el restaurante más caro... Y eso siempre lo hemos tenido claro, las tres.
No obstante, resulta muy complicado no dejarse obnubilar por la tentación de "fingir" una vida idílica. Hoy en día muchos/as "it" se empeñan en enseñar su comida saludable con la que han conseguido su magnífica figura, lo mismo que hace algún tiempo la moda era enseñar lo mucho que ibas a comer o lo grande que era la hamburguesa que tenías entre manos, aunque no le fueras a hincar ni un diente. Y es ahí donde reside el problema. Tanto en un extremo como en otro.
Pero no solo podemos encontrar ejemplos en la comida... La necesidad de mostrarse como un ente privilegiado en este mundo de la moda y blogging implica para muchos tener que "fingir", aparentar una fama que necesitan para subir como la espuma hacia la cima. No importa qué dejen en el camino, porque lo importante es ese flash de admiración, ese instante en el que reciben un like o alguien les comenta "que envidia!!" o "que guapa eres", es indiferente inventar.
Lo peor viene cuando aquél que sigue a los "it" cree en ese mundo, piensa en porqué esa persona puede llevar esa vida y él no... y vienen las frustraciones. Obviamente, el consumidor de blogging debe tener un ojo y una madurez que impidan llegar a esas conclusiones, pero eso sería en un mundo ideal. Siendo niños ya consumen internet, ya pueden acceder a estos contenidos y absorven los mensajes que instagrammers, youtubers, bloggers y demás les hacemos llegar. Y sueñan, sueñan con que alguien les admire como admira él a ese blogger, en llegar a ganar tanto dinero como él por enseñar su estilo, su comida, su maquillaje o su vida. Y llegan los casos como el de Bella.
¿La solución? Antes de compartir, acepta tu vida tal y como es.
9 comentarios
¡Cuánta razón tienes! Bss
ResponderEliminarGracias guapa! Nos alegra que te haya gustado el post :) un beso!
EliminarLo leí y me pareció muy fuerte, jugar así con las personas...
ResponderEliminarhttp://mysecretshopping.blogspot.com.es/
Fue algo tan fuerte y tan repugnante... Pero en fin... así es la vida. Gracias a dios, la gran mayoria de gente no llega a esos límites tan despreciables
EliminarJAJAJAJAJA. Hasta los cojones de muchas, ¿no? Esto ha tenido que ser cosa de Sheyla, jajaja.
ResponderEliminarPero la verdad que yo esto ya lo veía hace mucho, súper amigas, súper vidorra, y en realidad súper mentira más bien, ni amigas, ni dinero, ni nada, y lo peor es cuando vas en grupo y tu cuentas una película de Disney y tus acompañantes la versión de realidad...
En fin, y por eso yo tengo solo 1.900 seguidores, porque no soy blogger IT, jajaja.
¡Un besazo a las tres!
Digamos que no está escrito por Sheyla pero es una recopilación de ideas de las tres jajajaj por una vez, ella no ha sido la artífice xD
EliminarCuanta razón!! Un post buenísimo!
ResponderEliminarUn besazo enorme chicas!!
Gabi - Stars&Beauty
Gracias guapa! Nos alegra que te haya gustado el post!
EliminarUn besito!!!
Imagínate la de adolescentes que se preguntarán lo mismo que tu sobrina!! Por eso creemos necesario una buena dosis de sinceridad en el mundo blogging y RRSS; fingir no resulta positivo (ni bueno) para el público ni para el propio autor (eso de crear una realidad paralela y fingir vivir otra vida...)
ResponderEliminarUn beso guapa!